Dest S22 Ek Chapat - Miedo, Mayas y una escolopendra

S22 Ek Chapat – Miedo, Mayas y una escolopendra

El objetivo esta semana era representar el miedo a través de una imagen. La primera opción que me vino a la cabeza fue hacer algún fantasma (descartada porque ya había empleado uno hace poco y no quería repetir), también tenía claro que esta semana quería huir del COVID así que llevaba un par de semanas pensando en la foto. Desde hace unos días tenía en casa guardada en alcohol una escolopendra que nos encontramos muerta durante un paseo. Por si no lo conocéis es un ciempiés bastante grande y peligroso, su picadura la equiparan a la de un escorpión (por suerte no he podido comprobarlo). Ya tenía el sujeto y a mi cabeza vino una leyenda Maya que escuché hace muchos años mientras leía acerca de esa apasionante civilización.

Ek Chapat o el Señor Escolopendra, es un ser mitológico Maya de gran poder que vivía en lo más profundo de la selva y devoraba a cualquiera que cruzase sus dominios. Guardaba los caminos y planteaba acertijos indescifrables a los que por allí se atrevían a pasar y el precio a pagar si fallaban era su vida. A diferencia de mi sujeto, Ek Chapat tenía siete cabezas con las que desollaba y se comía a sus víctimas.

Sobre ese sujeto y temática empezamos a pensar en la escena. Unos propicios posa vasos que llevan años en un cajón fueron el attrezzo ideal, su simbología no es Maya pero darían el efecto deseado. Para el resto, un par de piedras y una superficie de cristal negro para simular un reflejo sobre agua. Para dar más fuerza a la escena decidí colocar una pequeña calavera sobre la que enroscar la escolopendra, simbolizando los huesos de sus víctimas. Ek Chapat estaba listo para salir a escena.

S22 Ek Chapat - Miedo, Mayas y una escolopendra
S22 Ek Chapat – Miedo, Mayas y una escolopendra

Cómo se realizó la fotografía

Teniendo en cuenta que mi «Ek Chapat» llevaba fiambre unos días, tuve que manejarlo con cuidado para no dañarlo. Para conseguir dejarla en esa postura elevada (amenazante) utilicé un hilo, enganchado a sus patas superiores y a un palo elevado sobre ella. Lógicamente he tenido que clonar dicho hilo después en edición para que no saliese 🙂

La toma son 121 segundos debido a que la iluminación la realicé con 4 herramientas (al final del artículo os dejo como siempre los enlaces al material):

  • Linterna pequeña fría para dar un punto de luz a la calavera.
  • Linterna cálida para la iluminación general de la escena a 45º, concentrando el haz en la escolopendra.
  • Hilo luminoso verde para generar el maná o fuente de magia.
  • Fibra filtrada con gel naranja y la linterna cálida para el efecto fuego.

En las primeras pruebas no conseguía crear distancia entre la escolopendra y la «moneda» a su espalda y se perdía el efecto así que emplee un poco de humo (vapor en este caso) para generar cierta diferenciación entre el sujeto y el fondo, y además lograr aportar un poco más de ambiente «místico».

La foto está finalmente editada en Photoshop, donde se han intentado potenciar los blancos de la calavera, bajando las luces de los efectos de light painting y ajustando la exposición de la escolopendra para potenciarla.

Datos EXIF de la foto

    • F7.1
    • Tiempo 121 seg
    • ISO100
    • 27mm

Equipo utilizado (Enlaces a Amazon)

  • Disparador remoto inalámbrico. Ver
  • Trípode Aluminio Neewer 7211. Ver
  • Linterna minimaglite. Ver
  • Hilo Luminoso. Ver
  • Fibra óptica. Ver

Espero que os guste la foto y la explicación os aporte ideas. Como siempre podéis consultarme cualquier duda en los comentarios del artículo. 

¡¡Saludos y buena luz!!

2 comentarios en “S22 Ek Chapat – Miedo, Mayas y una escolopendra”

  1. Que buena historia y fabulosa fotografía, no tengo palabras, la verdad…. me has dejado con ganas de saber más de esa historia y ahí va mi aportación, La leyenda popular dice que en una única ocasión, un hombre logró descifrar el acertijo tal vez con la ayuda de algún dios maya; entonces, el Ek Chapat le concedió los tres dones que implicaban tener las mismas facultades mágicas que él. Este hombre se llamaba Corazón Turbulento y vivía cerca del pueblo que hoy se conoce como Valladolid, Yucatán. Un día que caminaba por el campo, se le apareció Ek Chapat. Después de reponerse un poco del susto que le dio, Corazón Turbulento escuchó el acertijo fatal. EK Chapat, acostumbrado a ganar, se regocijaba de antemano ante la promesa de saborear una dulce carne joven y beber la suculenta sangre. El ente le preguntó: – ¿Cuál es el camino para alcanzar la felicidad? A lo que Corazón Turbulento respondió, y a Ek Chapat le satisfizo la respuesta aunque a regañadientes, y le concedió los tres dones prometidos. Hasta la fecha nadie ha podido averiguar la respuesta. ¡Que curioso!

    ENHORABUENA!

    1. Muchas gracias Conchi por tus palabras y por completar la historia de Ek Chapat! La búsqueda de la felicidad, ese ansiado tesoro , da igual la generación o la civilización. Una lástima que Corazón Turbulento no lo compartiese con el mundo. Me alegra mucho que te haya gustado el artículo. Saludos!

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